Se conserva un puente herreriano del s.XVI. Del s.XVI es también la ermita de Ntra. Sra. del Villar.
Un nombre muy geográfico para un pueblo hoy muy castellano, pues se dice que durante la Reconquista del río Duero, fueron los gallegos los que vinieron por estas tierras y aquí se quedaron en torno a los siglos XIII y XIV.
Sin más apelativos, es también una localidad cargada de arte, si bien todas sus construcciones más relevantes están realizadas en el siglo XVI. Así, en primer lugar podemos observar en el centro urbano, la Iglesia de San Martín, un edificio inacabado. Está hecha en estilo herreriano-renacentista y cubierta por bóveda de cañón con fajones. En su interior, se guardan bellísimos retablos de un gran valor como el del altar mayor de estilo barroco o el de una de las capillas laterales, realizado por un alumno de Gregorio Fernández representando el Descendimiento. Al exterior se puede contemplar la espadaña neoclásica construida en el siglo XVIII, aunque presenta detalles barrocos como las dos volutas que la flanquean. Puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
Para cruzar el río Hornija, cargado de naturaleza y aire puro, se puede utilizar otra de sus construcciones históricas, como es el puente herreriano que se ubica en la salida del pueblo hacia la N-VI a la derecha.
Y justo en la otra parte del conjunto urbano se encuentra la Ermita de Nuestra Señora del Villar, con una sola nave cubierta con armadura de madera y en la que se puede contemplar la imagen de la Virgen, realizada en Palencia en el siglo XVIII.
La Fiesta Mayor es la del Ofrecimiento, el día 16 de agosto, en donde el teatro, las verbenas, los juegos de cartas, petanca, tanga, calva o los fuegos artificiales, sirven para amenizar al personal.
También se celebran las Fiestas de San Isidro el 15 de mayo, y ya en otoño, el 11 de noviembre, su patrón San Martín recibe los honores propios de una solemne fiesta.
Ofrece diversos atractivos turísticos como pueden ser el albergue o el bar que ofrece comidas y donde podremos degustar los productos típicos de la tierra, como puedan ser la chanfaina (asadurilla de cerdo) o los caracoles, sin olvidarnos que si lo que queremos es disfrutar de nuestra propia comida en un día cualquiera, podremos hacerlo en el merendero con barbacoas y mesas que hay junto a la ermita.